El verano está a la vuelta de la esquina y sus días calurosos son la mejor excusa para refrescarnos. Tener una buena hidratación es fundamental, así evitamos fatigas o descompensaciones producto de las elevadas temperaturas y la pérdida de agua en el cuerpo.
“Tener una alimentación saludable es tan importante como asegurar un nivel óptimo de hidratación. Para ello, a lo largo del día, debemos consumir entre 2 a 2,5 litros de agua y no esperar a sentir sed, pues esto indica algún nivel de deshidratación en nuestro organismo”, señala el nutricionista Edinson Sánchez (CNP 5451), educador en diabetes y obesidad.
0 Comentarios